En 2024, muchas empresas presumen de ser “diversas e inclusivas”. Pero cuando una persona autista entra a una entrevista y se ve inserto en un proceso de selección, lo que se encuentra es un entorno hostil, rígido y profundamente capacitista.
¿Dónde están las adaptaciones en los procesos de selección? ¿Quién explica las normas sociales implícitas? ¿Quién permite trabajar sin luces agresivas, sin ruido constante, sin forzar la interacción innecesaria? Nadie.
La inclusión no debería ser el contratar a una persona autista “porque da buena imagen”. Debería ser transformar el entorno laboral para que esa persona pueda trabajar sin tener que realizar “masking”, ni enfermar… En definitiva, no nos encontramos con entornos laborales adaptados y si los exiges te mirarán muy raro si no te despiden directamente.
Desde AutisMap exigimos políticas reales de accesibilidad laboral: formación a los departamentos de recursos humanos de las empresas, ajustes razonables, respeto a las distintas formas de trabajar y que sean los objetivos lo verdaderamente importante. Y, sobre todo, que las empresas no nos usen “para lavar su imagen” de cara a sus clientes pero niegan nuestros derechos una vez dentro.
Equipo AutisMap
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