Hola a tod@s:
hoy nos gustaría hablaros de un tema polémico y espinoso pero que hay que enfrentar sin pelos en la lengua pues tenemos las ideas muy claras al respecto.
La inclusión está de moda, no podemos negarlo, aunque much@s incomprensiblemente no sepan la diferencia entre integración e inclusión lo que es sinceramente muy triste y muy especialmente viniendo de personas que “dicen” estar a favor de la inclusión pues la diferencia entre conceptos importa y mucho o así debería ser… Hace poco tiempo nuestro gobierno autonómico sacaba pecho muy orgulloso pues se habían creado el año pasado nada más y nada menos que 130 aulas específicas (para alumnos en modalidad C): aulas incrustadas o integradas en centros ordinarios pero que para nada son inclusivas pues sus alumn@s siguen segregados y aislados del resto, sin los apoyos necesarios y sin gozar de las mismas oportunidades que el resto de alumn@s en éste “nuestro sistema educativo” aunque en la práctica sea “más de unos que de otros” y todo simple y llanamente por tener dichos alumnos segregados o aislados algún tipo de discapacidad o diversidad funcional… como si de una enfermedad contagiosa se tratara.
Así, a veces, aparecen iniciativas, cual serpientes de verano, que carecen del rigor, la implicación, el liderazgo o la trasparencia que serían deseables… Hablamos de iniciativas del tipo “el fin justifica los medios” que aparentan seriedad y rigor pero que, lejos de ello, tan sólo pretenden manipular a familias o profesionales aprovechándose de su trabajo, apoyo económico, etc pero sin que éstos sean conscientes de esa manipulación (ahí reside el secreto y el “arte del engaño”): con mentiras, piel de cordero, buenas palabras, medias verdades, en suma, usando ardides de todo tipo mientras que los autores intelectuales se encuentran agazapados en la sombra, con una “hoja de ruta” así como con “una agenda propia de intereses creados” que ya fueron definidos mucho tiempo atrás pero que jamás fue comunicada a dichas familias “manipuladas”… no fuera a ser que les retiraran su apoyo… Como se dice en nuestra tierra: “el pescado ya estaba vendido”… Dichos autores intelectuales saldrán a la palestra y harán públicas sus verdaderas intenciones en el momento en el que les ilumine el foco mediático… cuando las familias y profesionales que apoyan la iniciativa de turno sean ya sus rehenes (negándoseles incluso su derecho a abandonar el barco, a no ser utilizado su apoyo sin su consentimiento… por falta de trasparencia o simplemente por no cumplir lo pactado o lo prometido al comienzo de la iniciativa de turno). Feo, muy feo…
Al igual que se habla de las cloacas del Estado, en la inclusión también las hay… Muchas familias estamos cansadas de sufrir engaños por parte de las Administraciones Educativas que lejos de perseguir “el interés superior del menor” persiguen sus propios intereses aunque algunos hayamos tardado más tiempo que otros en darnos cuenta… Pero lo que menos te puedes imaginar es que familias que han pasado por todo esto, “utilicen” o “instrumentalicen” a otras familias (y por tanto a sus hij@s) con el sólo objetivo de conseguir su apoyo, bien sea económico, suscribiendo o apoyando una iniciativa públicamente, etc. Feo, muy feo…
Hace ya bastante tiempo un buen amigo nos dijo que, a la hora de la verdad, a las familias les cuesta dar el paso, posicionarse en favor de los derechos de sus hij@s públicamente (postura para nada reprochable y comprensible) pues dichas familias temen las famosas y sibilinas represalias de las que pueden ser objeto (especialmente sus hij@s) por el simple y mero hecho de reivindicar públicamente los derechos de sus hij@s, ya que absolutamente TODOS les han fallado (Estado, Administraciones, Fiscalía, Sociedad, etc).
Por todo lo anterior, no es casualidad que nuestro buen amigo ya nos dijera otra cosa que resultó ser premonitoria a la vez que sabia y que suscribimos totalmente: “la batalla por la inclusión se ganará en los juzgados, en ningún otro sitio…”. También nos dijo otra cosa que nos dejó absolutamente planchados y que sigue totalmente vigente y sin solucionarse: “Nunca entenderé por qué nos empeñamos en que se aprueben nuevas leyes para proteger a colectivos discriminados si el marco jurídico existente no se cumple ya de por sí ni es aplicado por los jueces desde hace años: tan sólo hacer esto cubriría de sobra dichas necesidades… Es un sinsentido: ¿qué arquitecto construye una casa empezando por el tejado? Lo primero debe ser lo primero siempre… Unos cimientos y bases bien firmes…” Lo dicho, pues es un claro aviso para navegantes ávidos de protagonismo malentendido…
Dada la falta de unidad entre las familias por el factor miedo (incluido el temor a ser manipuladas y engañadas ya mencionado), dada la falta de unidad entre las propias Asociaciones, Fundaciones y ONGs a las que se les mira con recelo pues deberían ser más enérgicas en la defensa de los derechos de TODO el colectivo… Dada la ausencia de todos estos actores, echamos en falta esa legión de abogad@s que dicen estar comprometidos con la inclusión (y no a meros mercenarios con mayor o menor renombre) que realmente sumen sus esfuerzos de forma desinteresada en una causa común para culminar la labor que algunas familias pioneras y valientes comenzaron acudiendo a tribunales europeos (donde sí encontraron justicia) pues los tribunales nacionales les fallaron una vez más…
Esperemos que pronto surja una iniciativa conjunta de ésta índole: transparente y clara en sus intenciones, que retome el testigo y el espíritu de esas familias pioneras pero apoyada por una legión de abogad@s pro-inclusión, pues ni éstos últimos se ponen de acuerdo sobre la viabilidad de éste tipo de iniciativas conjuntas lo cual envía un mensaje bastante confuso e inquietante a las familias de las cuales pretenden obtener su apoyo… Deberían aclararse y pronto: por el “bien común”…
Lo dicho, aléjense de las cloacas de la inclusión… no vayan a caer en ellas. Aléjense “del todo vale”, del “fin justifica los medios” y “de la absoluta falta de principios” pues son compañías peligrosas… El único que no nos falla, de momento, es el refranero español que en estos casos nos dice: “Líbrame de las aguas mansas que de las bravas ya me libro yo“.
Hasta entonces esperaremos con paciencia y resignación la llegada de dicha legión de abogad@s comprometid@s y generos@s… (esperemos verlo en vida…). Tic tac, Tic tac…
Equipo AutisMap
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