¡Hola a tod@s!
Pues ya tenemos aquí un nuevo 2 de abril con celebraciones, felicidad, suelta de globos, fuentes y edificios iluminados de azul, etc que pretende conseguir una concienciación, visibilización, aceptación y respeto hacia el colectivo autista y sus necesidades vitales pero… ¿realmente es esto lo que está sucediendo? ¿Qué pasa el resto de los 364 días del año…?
¡Ojo! Nos referimos al día a día que viven muchísimos autistas, sus familiares o incluso sus cuidadores pues sigue existiendo muchísimo desconocimiento sobre lo que es el autismo, los distintos niveles y necesidad de apoyos, los mitos que le rodean, el estigma del diagnóstico, la discriminación que le sigue, el no tener en la práctica igualdad de oportunidades, el que no sea una enfermedad sino un trastorno neurobiológico o del neurodesarrollo con el que naces y mueres, y un largo etcétera… (***Puedes escuchar audio campaña conjunta realizada con podcast Buscadores de Respuestas aquí).
Desde el pasado 27 de noviembre de 2007, en el que la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución para declarar el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, celebramos este día pero lejos de reivindicar (objetivo con el que fue instaurado dicho día) nos dedicamos a celebrar… ¿a celebrar el qué nos preguntamos?
En suma, para una inmensa parte de nuestra sociedad el autismo o el TEA/CEA (Trastorno o Condición del Espectro Autista) sigue siendo a día de hoy un misterio mientras que la prevalencia o el número de casos de autismo diagnosticado no para de subir… Algo incompresible en pleno siglo XXI, pero así es: una realidad muy incómoda pero que muchos siguen utilizando para hacer caja, para hacer o generar “negocio”, para concertar terapias, para exigir ayudas o bonificaciones gracias a dicho diagnóstico, para generarte unas necesidades o unos “tratamientos” o terapias de dudosa ética y de escasos beneficios… “Humo” en la mayoría de los casos.
Algo incomprensible a estas alturas es la falta de unidad dentro del propio colectivo: algo realmente escandaloso [autistas nivel 1 enfrentados a familias a cargo de autistas nivel 3 totalmente dependientes e invisibles (y que fueron los que fundaron asociaciones hace 40 años denostadas por los autistas nivel 1 que no les representan pues buscan autorrepresentación), por ejemplo]… La explicación es bien sencilla: cada uno maneja intereses y necesidades diferentes y mientras nos entretenemos y somos incapaces de ponernos de acuerdo sobre la importancia o no de los símbolos y colores a utilizar los temas más importantes siguen sin abordarse como, por ejemplo, si es más importante estar unidos (lejos de protagonismos o extremismos) o sobre si es más importante que cada uno lo viva o celebre a su forma pero que seamos una piña para lo “realmente importante” que deberían ser las necesidades y reivindicaciones de TODO el colectivo (y no sólo una parte de este, por ejemplo)… ¿Nos pondremos de acuerdo alguna vez? Difícil… Si ese enfrentamiento desaparece muchos perderían ese “negocio” que tanto les ha costado generar.
Parece que algo está cambiando, lentamente, a cuentagotas pero cambiando… aunque no podemos darnos por satisfechos porque desconocemos las razones por las que se está produciendo dicho cambio realmente… En nuestra sociedad, lamentablemente, los intereses económicos lo mueven todo y el autismo no iba a ser una excepción: puedes aceptarlo o no pero, repetimos, es una realidad muy incómoda… Es por ello que siempre habrá alguien que maneje el discurso en pos de sus intereses y de seguir generando más negocio o de, al menos, conservar su cuota o parte del “pastel”.
Ojalá la situación en torno al autismo cambie y cambie pronto… y que todos nosotros lo veamos y, sobre todo, que estemos unidos o esto jamás será una realidad.
“Feliz día del autismo”
Equipo AutisMap
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